Pili Fuentes Cabrera
Pili Fuentes Cabrera

PSICOPEDAGOGÍA CLÍNICA

Principios y ámbitos de la Psicopedagogía

Principios y ámbitos de la Psicopedagogía

Como ya comentamos en el artículo anterior, la Psicopedagogía se ha convertido en una disciplina de especial importancia y gran utilidad a la hora de intervenir en la formación de niños, adolescentes y adultos.

Gracias a ella, se ha podido estudiar el comportamiento de los individuos mientras aprenden e incluso identificar sus aptitudes vocacionales en el caso de adolescentes y adultos, algo fundamental para encauzar la vida profesional de los mismos. No obstante, esta disciplina todavía es prácticamente joven y desconocida para la mayoría de personas y son bastantes los padres o tutores, que aún no están al tanto de los beneficios que les puede reportar. Se hace necesario señalar que la Psicopedagogía no solo es aplicable a los niños y adolescentes en edad escolar, sino también al adulto en los ámbitos profesional y empresarial, en las familias y hasta en centros de recreación y rehabilitación.

La psicopedagogía, como cualquier otra disciplina, se basa en unos principios cuya finalidad es la de lograr sus objetivos básicos de manera eficaz, y que son los siguientes:

  • Principio de prevención: trata de dotar a la persona de estrategias no solo para aprender, sino para afrontar las posibles dificultades que puedan surgir durante su proceso der aprendizaje.
  • Principio de desarrollo: íntimamente ligado al anterior, permite no solo superar obstáculos y desarrollar sus habilidades, sino permitir al individuo detectar aquellas en las que muestra más destreza para así pulir sus talentos e ir más allá.
  • Principio de acción social: para permitir al individuo desenvolverse de manera correcta en la sociedad, dotándolo de estrategias para adaptarse al entorno, establecer relaciones positivas y ser competente con otras personas.

Estos principios se resumen en un objetivo general común que es el de ofrecer a pequeños y mayores estrategias de aprendizaje e intervención que le permitan desenvolverse en los distintos ámbitos de su vida cotidiana.

Atendiendo a este principio general, podemos definir dentro de la Psicopedagogía tres campos de actuación: apoyo a cuestiones educativas y académicas, la comprensión y aceptación dentro de los distintos grupos que conforman la sociedad, y ofreciendo orientación profesional y vocacional en la vida adulta. Como podemos observar, esta disciplina está presente en las distintas etapas de la vida de un individuo, desde la niñez hasta la adultez, dotándolo de los medios necesarios para desarrollar una vida plena.

Podemos distinguir, por tanto, dentro de la Psicopedagogía, dos grandes ámbitos de actuación: en la etapa escolar y en el mundo adulto.

La Psicopedagogía en el ámbito escolar

Hoy día, en la etapa escolar de niños y adolescentes, se hace cada vez más necesaria la figura del psicopedagogo como mediador dentro del ámbito educativo, que se hace visible a través de la figura del Orientador Educativo, presente en centros de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. Desde temprana edad, podemos observar como los niños pueden presentar dificultades relacionadas con el aprendizaje, en las que es necesaria la intervención directa por parte de las personas formadas para ello.

El psicopedagogo (orientador en centros educativos) será el encargado de llevar a cabo una evaluación que permita determinar el tipo y grado de dificultad presente, así como la posible intervención por parte de los especialistas encargados de las distintas áreas de aprendizaje. Entre las principales funciones del orientador educativo podemos encontrar:

 

  • Coordinar la planificación y el desarrollo de las actividades de orientación académica y profesional correspondientes a las etapas educativas que se impartan en el centro y contribuir a su desarrollo.
  • Asesorar a la comisión de coordinación pedagógica proporcionando criterios organizativos, curriculares y psicopedagógicos de atención a la diversidad del alumnado.
  • Colaborar en la prevención y detección de problemas de aprendizaje y de convivencia.
  • Coordinar la evaluación psicopedagógica con los profesores del alumnado que lo precise y realizar el informe psicopedagógico correspondiente.
  • Participar, en colaboración con los departamentos didácticos y las juntas de profesores, en la planificación, el desarrollo y la evaluación de las adaptaciones curriculares del alumnado que las precise.
  • Participar en las tareas de coordinación que establezca la unidad de coordinación de la orientación educativa.

 

En la actualidad, es más común que antes poder diagnosticar e intervenir con mayor profundidad en los problemas que experimenta un niño. No se busca solo el corregir, sino su propio bienestar; y esto es uno de los principios más relevantes dentro de esta rama psicológica en el entorno escolar.

La Psicopedagogía en el mundo adulto

Como he mencionado antes, la figura del Psicopedagogo también se hace primordial en las intervenciones con adultos, sobre todo en lo relativo al ámbito profesional y empresarial. De esta manera, la figura del psicopedagogo cada vez está más presente en el mercado laboral, formando parte de empresas, asesorando a los componentes de las mismas y actuando como mediador entre ellos, dotándolos de estrategias y capacidades para afrontar la vida laboral y, en definitiva, para la vida en general.

Entre sus tareas está la de ayudar al adulto a redescubrir sus potenciales y superar los posibles obstáculos que en la vida pueda encontrarse, tanto en el aspecto profesional como social.

Podemos comprobar que la Psicopedagogía se ha vuelto, en cierta manera, indispensable en nuestro día a día. En los próximos artículos analizaremos en profundidad la figura del psicopedagogo en sus distintos ámbitos de actuación, centrándonos, sobre todo, en el aspecto educativo y la atención desde edades tempranas.

Principios y ámbitos de la Psicopedagogía