DANIEL RODRÍGUEZ CASTILLO
DANIEL RODRÍGUEZ CASTILLO

PASEN, LÍNEA DE POLICÍA

Inmigración ilegal: un problema de seguridad

Inmigración ilegal: un problema de seguridad

La inmigración ilegal, no solo es un problema de humanidad, sino también de seguridad. Por muchos motivos, todos ellos obvios. Pero hoy, solo me centraré en uno.

La proximidad de Marruecos a Europa, en concreto los aproximadamente treinta metros que cubre la valla fronteriza española en sus ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, facilita y hasta fomenta, ese flujo humano de cadencia constante entre el Reino alauita y el “viejo continente”.

La frontera que separa la provincia de Nador de la Ciudad Autónoma de Melilla es de aproximadamente 9,6 Km y la que separa la provincia de Castillejos de la Ciudad Autónoma de Ceuta de 6,3 Km. En ambas fronteras hay instalada una triple valla fronteriza (dos vallas de 6 metros, propiedad de España, y una tercera de 2 metros, propiedad de Marruecos), para impedir la inmigración ilegal y el contrabando comercial hacia España y la Unión Europea. Existen así mismo pasos fronterizos destacando el de Beni Enzar en Melilla y El Tarajal, en Ceuta.

Los servicios de inteligencia han interceptado documentos del grupo terrorista de corte yihadista ISIS, proponiendo entrar en Europa camuflados como inmigrantes ilegales a través de “pateras” o por Ceuta y Melilla.

Una patera, un salto a la valla o una entrada a nado. Son algunas estrategias que diseña el Daesh y grupos afines para introducirse en Europa a través de España, según las informaciones de las que dispone la inteligencia española y el propio FRONTEX (Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión). Todo ello figura dentro de la diversa documentación incautada en Libia y de escuchas en conversaciones intervenidas entre miembros del grupo.

Según explican los expertos, lo que barajan los terroristas no es necesariamente un “éxito total” en su misión de entrar: basta por ejemplo, con que la patera sea rescatada en alta mar y sus tripulantes llevados a tierra, o bien que resulten detenidos tras saltar la valla de melilla o cruzar a nado a Ceuta, y desde allí ser trasladados a un Centro de Internamiento de Extranjeros. Una vez en tierra española, la estrategia sería solicitar asilo aduciendo cuestiones políticas o como refugiado de guerra. Si no logran el permiso, aquellos que consigan permanecer en centros de internamiento habrán sido previamente entrenados para escapar de ellos y comunicarse con Células que les ocultarían posteriormente. Y, si no consiguen escapar, podrían tratar de atentar contra funcionarios y policías de estos centros.

Cabe recordar, que la inmensa mayoría de los inmigrantes irregulares que llegan a Europa, lo hacen sin documentación alguna, y que su identificación se complica aún más cuando proceden de estados fallidos, países con conflictos bélicos latentes o sin convenios de inmigración.

Además hay que reseñar, que Ceuta y Melilla son también zonas de paso de armas para terroristas.

En definitiva, existe una realidad que es la preocupación porque los yihadistas puedan utilizar las avalanchas para entrar a Europa. Uno de los hechos que más barajan, es la extrema violencia con la que actúan los subsaharianos asaltantes y que “no es improvisada”. La huida de combatientes del Daesh de Siria, entre ellos los que procedían de Marruecos y otros países del Sahel, es un asunto que preocupa también a los responsables de la seguridad; ya que se trata de terroristas entrenados en el uso de todo tipo de armas y explosivos, que podrían aprovechar los saltos y avalanchas como los ocurridos recientemente, para entrar en Europa  a través de las ciudades de Ceuta y Melilla. Se pone de manifiesto que estos individuos están en posesión de documentaciones falsificadas de última generación con las que, llegado el momento, podrían acceder a la península y, por ende, al resto de Europa.

En cuanto a la relación que el terrorismo islamista pueda tener con las mafias de tráfico de seres humanos que actúan en Ceuta y Melilla, pone de manifiesto que se ha demostrado en los casos de Italia y Grecia, indicando que algunos de los que lograron atravesar las fronteras, participaron en atentados tan sanguinarios como los de París o Bruselas. Hay que recordar que desde hace ya algunos meses los subsaharianos que intentan asaltar el perímetro fronterizo utilizan palos que, como bates de béisbol, han sido fabricados por ellos mismos; garfios; cizallas; armas blancas, etc…, cuestionándose los motivos que llevan a las mafias a “entrenar” a los inmigrantes para que, ante la presencia de las Fuerzas de Seguridad del Estado, actúen con la mayor violencia posible, ya que si de lo que se trata es de ganar dinero con el tráfico de seres humanos, lo único que pueden lograr con actitudes como estas (de gran violencia) es un reforzamiento de las medidas de seguridad, lo que iría en contra de sus intereses.

Por ello, algunos expertos sospechan que la larga mano del yihadismo, en este caso la de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), y la del Daesh, puede estar, aunque sea de forma embrionaria, detrás del aumento de la violencia, uno de los genes de la propia existencia de las bandas islamistas, insistiéndose en el hecho de que el coordinar ataques en una u otra ciudad responde a estrategias que parecen superar las que puedan diseñar los traficantes de seres humanos, tan delincuentes como los terroristas, pero con un perfil muy distinto. De hecho, no hay que echar en el cajón del olvido, que incluso han empleado botellas rellenas de heces, orina, cal viva... como si de una “guerra biológica” se tratara o como si de una batalla de la Edad Media fuera. Si hacemos un ejercicio de memoria histórica, esas formas de operar, nacen desde la antigüedad, desde el nacimiento del ser humano. Envenenaban por ejemplo, las puntas de sus flechas con heces de animales o restos contaminados para matar animales. Luego pensaron, que si eso valía para los animales, también valdría para las personas….del mismo modo, envenenaban el agua a través de los pozos, lo que pasa es que en aquellos tiempos, todavía existía el honor (hoy en día se han perdido muchos valores), y ganar una guerra a golpe de diarrea, estaba muy mal visto; y así, un largo etc.

Y si seguimos con el mismo sentido en el que se centra el presente escrito, no debemos olvidar tampoco que las rutas que atraviesan el Estrecho de Gibraltar y que llegan a nuestras costas, siguen siendo muy utilizadas para el tráfico y la trata de seres humanos por parte del terrorismo yihadista. Resulta evidente que los importantes ingresos que produce el tráfico de personas no han sido pasados por alto por el yihadismo. Este tipo de comercio se ha identificado en los últimos años, primero porque España tiene una situación estratégica privilegiada y de fácil acceso desde el norte de África a Europa; segundo, porque reporta unos beneficios ingentes; y tercero por ser una de las formas más eficaces de introducir en Europa terroristas sin que sean detectados…

 

Inmigración ilegal: un problema de seguridad