ARANTXA CAMPOS
ARANTXA CAMPOS

CEUTA ECONÓMICA

De Galicia a Ceuta. El comienzo de Fariña.

De Galicia a Ceuta. El comienzo de Fariña.

En el comienzo de la novela Fariña” se explica de forma gráfica, cómo el desequilibrio económico entre los dos países, España y Portugal después de la guerra civil, generó una frontera paralela que abastecía sobre todo a los gallegos de productos básicos, inexistentes en la Península o demasiado caros para que la población accediese a ellos.

 

Por esta "frontera", "pasaban medicinas, metales, piezas mecánicas", "café, jabón, bacalao o aceite", "hasta pañoletas provenientes de Inglaterra pasaban por la frontera con destino a las cabelleras de las señoras de Ourense y Vigo". Con el tiempo, la Península mejora su economía y se nivela con Portugal que a su vez empeora, por lo que el contrabando se hace bidireccional y amplía la gama de productos que pasan de un lado a otro de la frontera...

En este momento se introduce el tabaco e incluso, en los años 60 con la guerra en las colonias portuguesas, la frontera llega a ser paso de portugueses que huían de sus destinos en Portugal. La figura del porteador con kilos de mercancía pegada al cuerpo era una imagen típica de la zona. Hasta aquí, no sé si les sonará la historia. El problema que surge cuando esta sumergida economía de subsistencia desaparece, es la que todos conocemos, el contrabando de tabaco que deriva en las mafias gallegas y en los capos de la droga. El hecho que cuenta la historia es que aunque la realidad se empeñe en acabar con una actividad, el hombre se encarga de sustituirla por otra. Puede que la crónica hubiese cambiado si los gobiernos de España y Portugal y la sociedad en general hubiesen apostado por una alternativa económica para la zona de forma conjunta que no hubiese lanzado a los jóvenes a actividades ilícitas como única alternativa laboral.

En el norte de África se ha asistido con perplejidad a cómo del contrabando de mercancía se ha pasado al “contrabando”  de inmigrantes y pronto nos sorprenderemos cómo en el Norte de Marruecos encontramos alternativas sorprendentes de negocio al pase de mercancías, que sean difíciles de controlar. Todo aparte del éxodo masivo de menores de la zona norte o la desesperada medida que han tomado, según la prensa local, los padres de dos niños que los abandonaron en Ceuta para que la Ciudad se hicidera cargo de ellos.

Estos hechos deben ser puestos en conocimiento de las autoridades europeas y de todos los que negocien tratados o acuerdos con Marruecos. La zona Norte  de ese país necesita una alternativa económica fiable, si se decide acabar con las compras que realizan en Ceuta los porteadores marroquíes y que pasan por la frontera de Ceuta hacia Castillejos. Y estas alternativas se deben dar en los dos lados de la frontera.

El tema del tráfico de mercancías a través de la frontera de Bab Septa o  Tarajal, es un tema que debe interesar a los dos gobiernos y ambos trabajar conjuntamente para que evolucione de forma natural con el desarrollo de la zona vista en su conjunto. Cualquier intento unilateral de acabar con este comercio sin dar alternativa económica a los intervinientes, puede derivar en una peligrosa situación de desequilibrio que desarrolle actividades ilícitas difíciles de controlar con el consiguiente deterioro general, como ocurrió en Galicia.

Pero lo que debe primar en concreto en la frontera de Bab Septa-Tarajal, es la política de buena vecindad. Esta frontera debe servir como intercambio social y cultural entre los dos países, más allá  de los movimientos comerciales y se debe trabajar para conseguir una frontera fluida que permita el intercambio entre las dos zonas y dejar aparte, en otra área distinta, el comercio transfronterizo para que con el desarrollo de los dos territorios dicho comercio acabe por inclinarse hacia otra actividad que permita la creación de empleo y el emprendimiento.

De Galicia a Ceuta. El comienzo de Fariña.