Arturo Fuentes Cabrera
Arturo Fuentes Cabrera

CON ESTE PALO ME BASTO

Espero que te haya tocado el gordo

Espero que te haya tocado el gordo

Todos lo esperamos. Creo que hasta los que no compran, tienen ese gusanillo por dentro cuando se empieza a escuchar por la tele aquella melodía que abre la Navidad y anuncia que el bolillo ha sido premiado con "mil euros". Todos esperamos, al menos, esa suerte, la de la pedrea.

Pero hay gente que espera el premio gordo, un pellizco “del que manda en el mundo” para poder abrir nuevas puertas, acabar largos caminos, alcanzar viejas metas o aliviar la carga del día a día. Por eso yo espero que te haya tocado el gordo a ti, sí, a ti.

Espero que te haya tocado y hayas corrido presuroso al banco que tantas trabas te ha hecho pasar en estos meses, y hayas saldado ese embargo que pesaba sobre tu conciencia y sobre los ancianos hombros de tus padres.

Espero que te haya tocado a ti, y hayas hecho cola en la consulta del médico de tu mujer para decirle: doctor, que sí, que vamos a Houston para intentarlo, no hay nada que perder.

Espero que te haya tocado a ti, y ya hayas hecho por internet la matrícula de ese máster que sabes que te va a abrir las puertas de una vida nueva y va a propiciarte unas salidas laborales que no podrías conseguir de otra forma.

Espero que te haya tocado a ti, te hayas plantado en la oficina de tu jefe y le hayas dicho que no aguantas mas sus desaires y sus déspotas formas contigo, que vas a buscar la vida más allá de sus narices, gracias al “pequeño colchón” que te lo permite.

Espero que te haya tocado a ti y hayas llamado a tus padres para decirles que te vuelves de Alemania, que no aguantas más allí trabajando de camarera y que te haces cargo de las deudas y de la empresa familiar.

Espero que te haya tocado a ti, y le digas a tu marido que tu sueño se va a hacer realidad, y que aquel negocio que atisbabas como “muy lejano” se va a abrir en el local que hay en la esquina de al lado de casa.

Espero que te haya tocado a ti, y hayas corrido presuroso a buscar a tu mujer a la salida del trabajo y le hayas podido decir aquello que tanto queríais escuchar: “ahora sí que podemos buscar el bebé”.

Espero que te haya tocado a ti, y hayas preparado una cena espectacular para tus compañeros de enfermería de urgencias del hospital, para picar entre paciente y paciente, en esta nochebuena que os ha tocado trabajar. Y, además, hayas podido enviar ese pellizco a tu primo, el misionero, que hace cabañas en los poblados de los países del tercer mundo.

Espero que te haya tocado a ti, y con ello consigas ser “autónomo” y regularizar tu situación en este país que te acogió hace ya varios años. Espero que puedas dejar de deambular por la calle vendiendo baratijas y montar ese negocio que tienes entre ceja y ceja.

Espero que te haya tocado a ti, hayas podido comprar esa casa “más grande” que te gustaba tanto y hayas ido a la residencia pública a decirle a tu madre que vuelva a casa, que es donde debe de estar.

Espero que te haya tocado, de todo corazón. Espero que seas feliz, que se cumplan tus sueños. Espero que la lotería te haya ayudado y espero que el fruto del vientre de Santa María de África, que hoy nace en Belén, te bendiga siempre.

¡Feliz Navidad!

Espero que te haya tocado el gordo