Queso y cerveza
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¿No soportas ni el queso ni la cerveza? ¡eres un triste!

¿No soportas ni el queso ni la cerveza? ¡eres un triste!

Con el aumento de las temperaturas las terrazas de nuestra ciudad se llenan por las noches.

Con el aumento de las temperaturas las terrazas de nuestra ciudad se llenan por las noches. Uno de los aperitivos que más triunfa en toda nuestra geografía nacional es una refrescante caña acompañada de una tapa de queso nacional. Sin embargo, hay unos pocos incapaces de disfrutar con esa mezcla.

Para la gran mayoría de la población el queso es una dulce droga, pero para una minoría el simple olor de alguna variedad de queso conlleva náuseas y sentimientos de rechazo. Tachados de extraños durante muchos años, hoy día sabemos -gracias a un estudio conjunto entre el Centre de Recherche en Neuroscience de Lyon y el Institut de Biologie Paris-Seine- que la razón a este rechazo podría encontrarse en el cerebro.

Comprobaron que el centro de la recompensa se activaba en estas personas, no ante el disfrute de semejante manjar gastronómico, sino que se estimulaba con la repulsión hacia cualquier tipo de queso. Se cree también que existe un componente genético, pues los encuestados afirmaban no ser los únicos con esa condición en el seno familiar.

Algo muy similar ocurre en quienes rechazan el vino o la cerveza. Siempre se ha pensado que es el sabor, con notas amargas, de estos productos lo que provoca el rechazo en muchos. Pero, hoy día se sabe que es la disposición genética lo que condiciona la preferencia por el consumo de bebidas alcohólicas.

Sin embargo, no es el componente genético el único factor determinante. La experiencia previa, el aprendizaje o el entorno de la persona puede adaptar y modificar la expresión de estos genes.

Así, sabiendo esto no debemos intentar convencer a ningún comensal para que coma queso o se tome un trago de cerveza. Debemos pensar que, de esta forma, tenemos más quienes tenemos la suerte de poder disfrutarlos.


 

¿No soportas ni el queso ni la cerveza? ¡eres un triste!