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EL LABORATORIO

Posidonia oceánica: la rápida muerte del pulmón del Mediterráneo

Posidonia oceánica: la rápida muerte del pulmón del Mediterráneo

Esta semana, un grupo de expertos de la asociación CIRCE (Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos)  procedente de Cádiz han estado en distintos colegios dando charlas a los alumnos y alumnas de Educación Primaria sobre la conservación y el estado del medio marino.

Se ha tratado desde el grave problema que supone la gran cantidad de plásticos que actualmente hay en el mar hasta el grave estado de conservación de una planta marina altamente desconocida: Posidonia oceánica.

 

Posidonia oceánica es una planta acuática que habita exclusivamente en aguas del Mediterráneo. Esta planta crece formando enormes praderas submarinas, creando así el entorno idóneo para que en ella se desarrolle la vida de otros organismos vegetales y animales. Se estima que más de 400 especies vegetales y 1000  de animales habitan en las praderas subacuáticas de posidonia.  Tal es su extensión  que constituye el ser vivo más grande y longevo del planeta, estimando científicos españoles del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) que las praderas de posidonia mediterráneas podrían tener más de 100.000 años.

Además de constituir el hábitat y  ser el alimento para muchos seres vivos,  es la responsable de las aguas cristalinas turquesas características  de las Islas Baleares. Esto se debe  al movimiento de los tallos de posidonia, que  arrastra las partículas en suspensión hasta el fondo marino, y allí depositadas pasan a formar parte del sustrato.

 A nivel ecológico es una joya que ha recibido el nombre de “pulmón del Mediterráneo”, pues se calcula que una hectárea de esta planta genera hasta cinco veces más oxígeno que el Amazona.

Pero tristemente, esta planta que durante muchos años ha pasado desapercibida, ahora es  protagonista principal en los catálogos de especies en peligro. En nuestro país, las praderas más importantes que quedan las encontramos en el archipiélago balear y la zona almeriense del Cabo de Gata. Tal es el problema que en los últimos treinta años, la mitad de posidonia ha desaparecido, y algunos estudios anuncian que muchas regiones baleares podrían quedarse sin ella en menos de cinco años.

Tras esta situación dramática encontramos la mala gestión que se hace de las costas donde la construcción sin previsión ambiental de diques, puertos y residenciales ha alterado en muchas ocasiones el medio natural de posidonia  por el vertido de escombro o el cambio en los sedimentos que reciben.  La pesca de arrastre, la alta contaminación que recibe el Mediterráneo y el cambio climático son otros de los principales responsables de la desaparición de esta maravilla ecológica, que estamos perdiendo.

La suma de estos factores junto con el lento crecimiento de la planta complica la situación a la hora de proponer métodos de mejora. Recuperar un área de un metro cuadrado puede llevar unos 50 años.

Ante esta situación, tanto los gobiernos autonómico, el gobierno nacional y asociaciones ambientales están trabajando duramente por mejorar la situación y educar a las generaciones futuras en la importancia que tiene el medio marino, y especialmente en una ciudad como la nuestra donde la vida humana y el mar están íntimamente ligados.

En Ceuta, no hay conocimiento sobre praderas de posidonia. Sin embargo, se piensa que hace unos 100.000 años todo el Mediterráneo estaba cubierto por praderas de ella, lo que lleva a pensar que en Ceuta hubiera existido una importante población.

Se hace así imperiosa la necesidad de conservación de este patrimonio natural que comparte hogar con nosotros en esta región del mundo llamada Mediterráneo.

Posidonia oceánica: la rápida muerte del pulmón del Mediterráneo