FUMAR ES MUY CHUNGO
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Fumar ya no se lleva y, además, te está dejando los huesos hechos papilla

Fumar ya no se lleva y, además, te está dejando los huesos hechos papilla

El cáncer broncopulmonar, de laringe o las cardiopatías son algunas de las consecuencias más conocidas que se derivan de fumar. Poco a poco se conocer más, y ya se relaciona el tabaco con otras patologías con las que antes parecía nada tener que ver, entre ellas las enfermedades autoinmunes.

Sin embargo, ahora otro elemento más de nuestro organismo parece ser diana para el daño que el tabaco genera, nuestros huesos. La razón es que la nicotina, una vez en el torrente sanguíneo, es capaz de alterar el metabolismo óseo. Según los datos de la Academia Americana de Cirugía Ortopédica, los fumadores experimentan una disminución en la densidad ósea de sus huesos lo que incrementa y deriva en un mayor número de fracturas. El tabaquismo incrementa el riesgo de sufrir osteoporosis entre un 30 y un 40% más que los no fumadores de la misma edad, y un riesgo de 2,3 veces mayor de sufrir fracturas de huesos largos como el fémur o la tibia.

Al fumar, el aporte de oxígeno que recibe el organismo se ve disminuido reduciéndose así también la cantidad de este gas que reciben los huesos. A esto debemos sumarle que la nicotina parece disminuir la tasa de crecimiento de las células productoras de hueso, los osteoblastos, y como resultado se genera menos hueso. Y, por último, fumar disminuye la absorción de calcio de la dieta, elemento fundamental para el desarrollo óseo.

Igual de alarmantes que las cifras dadas son las que indican el porcentaje de jóvenes que fuman. Se estima que el 31,4 % de los jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años ha fumado en el último año. Teniendo en cuenta el momento de crecimiento en el que se encuentran, las consecuencias a largo plazo de esta práctica pueden ser peligrosas para la salud óseas de estos jóvenes.

No encontramos una noticia en la que aparezca la mínima razón para llevarnos un cigarrillo a la boca, y es por ello, que concienciarnos sobre los múltiples peligros es el arma más poderosa que tenemos.

Fumar ya no se lleva y, además, te está dejando los huesos hechos papilla