Hoy es un día especial y muy importante para los millones de españoles que estamos llamados a las urnas. Además, nos servirá de entrenamiento para las elecciones municipales, que el próximo mes nos llevará de nuevo a meter nuestro voto en un sobre y depositarlo junto con nuestra confianza en alguna de las mesas electorales dispuestas para ello.

Y es ahí, en nuestra confianza, la de los ciudadanos soberanos, donde nos han estado dando golpes bajos nuestros políticos. A nivel nacional, entre corruptos, inútiles y rupturistas de un color y otro, el panorama se presenta incierto y triste. Ya no se sabe quién miente o quién dice la verdad, no sabemos quién roba más o quién se corrompe menos.

A nivel local, donde más lo notamos porque influye directamente en nuestro día a día, la confianza ha sido despreciada en tantas ocasiones que en el aire caballa se respira algo muy peligroso para el buen desarrollo de nuestro presente y nuestro futuro: desilusión. Cuidado con eso, puede ser el principio del fin de lo que hoy nos ofrece un calidad de vida imbatible a los ceutíes. No os riáis de la gente, porque la gente... os lo hará pagar.